domingo, 27 de agosto de 2006

Vuelvo a mi viejo problema de no saber poner nombre a lo que escribo

***Cuento***

Hace 30 años, doña Miriam… en anchoitas y sin despegar la cabeza de la almohada despertó a su esposo con par de “jamaqueos”
-José
-umm-respondió su sueño
-José, depiertate que te tengo que decí algo
-ay Miriam, déjalo pa mañana…- pero pronto quedó convencido, por un “tu nunca me hace caso”-…dime Miriam
-Sarita está embarazada- don José dio un salto tal que tumbo el mosquitero
-pero cual Sarita Miriam? Sarita mi hija?- Miriam no decía nada, seguro arrepentida de haber dicho lo que dijo.- ay pero yo la mato!-don José daba risa tratando de desenredarse del mosquitero
-ella no ta aquí José, tranquilízate.
-bandida, apoyadora!-decía mientras agitaba los brazos en su lucha ridícula contra el mosquitero
-José, que tu va´a´ce…
-a mata´la Miriam!
-José, que ella no ta´qui José… -pero don José no oía. Tomó la escopeta que colgaba en la pared. Salio del cuarto, probablemente al de su hija porque al volver le preguntó a su esposa donde estaba la muchacha. Doña Miriam, se cubría con sus delgadas manos su rostro mientras lloraba-que no ta´qui, que no ta´qui.
-donde ta ella Miriam! Dime que e a mata´la que voy!
-ay no me le haga nada a mi niña José, por favor-decia doña Miriam sin parar de llorar -ella ta donde una amiga de ella, po´que yo sabia que tu te iba a poné así José…
-ay bandida la deja´te i´se con el mariíto! Pero e a ti a quien yo debería matá!
-ay José ella e una niña
-Niña!!! Pero mujer del diablo! Que niña en eta vida sale preñá? Dime donde ta pa no matate!
-Mátame! Mátame! A mi no me importa…
-tu lo que ere e una ratrera… apoyando a la otra bandida pa que se revuelque por ahí con cuanto tiguere le diga que ella e bonita
-tu sabe que yo no la dejaba salí a parte-decia cuando el llanto la dejaba
-pero dejaba que el noviecito viniera!!!
-ella no había declarao amore José! Tu sabe que le dijimo que la ibamo a deja tene amore a lo quince
-cállate apoyadora! qué quince, ni quince!
-ay José, acuérdate de cuando eramo jovene
-cuanta vece le llegate tu preñá a don Elia y a Doña Negra- don José sonaba ya ronco por no haber bajado nunca el tono de la voz-quien e el mariíto de sarita Miriam, que e a mata´lo que voy
-José, José, tu no ere loco José, baja la ecopeta José- decia doña Miriam desesperada
-dime ratrera!!!-doña Miriam, se ahogó en su llanto. A veces, cuando lograba decir algo gritaba que ella no tenia la culpa, ofuscada ante las ofensas de su marido.

Don José soltó la escopeta y abrazó a Doña Miriam. Entre sollosos dignos de pena decía que esa niña era su vida, que el le había dado todo y que ella era una niña buena que estaba estudiando… para terminar con un “qué hicimos mal?”

Hoy don Jose esta en su lecho de muerte. Pero no esta solo; lo acompañan Sara, su hija mas pequeña y Josefina, su nieta adorada ya que doña Miriam mirió hace 2 años.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con práctica las cosas se resuelven. Es bueno verte tratando de hacer cosas diferentes!

Saludos