Siento tus mejillas en su rose con las mías. Esa sensación aun la siento algunas veces cuando no me da por entender que entre tú y yo hay años luz.
Tus manos, tus dedos tan extraños…
Recuerdo la brisa del malecón, tu mirada a lo lejos, la mía en ti. Eso es algo que tu no recuerdas, uno no puede recordar lo que le parece que no pasó.
Entonces esto es algo que no recordaras:
Un día, sentada en aquel apartamento con aquella hermosa vista al mar, estaba desayunando. Mis amigos, entre ellos el dueño, andaban por ahí. Frente a mí muchas cosas entre ellas una fuente de agua en miniatura en la que estaba fija. La fuente era la representación de una joven muy bella cuyo pelo moldeado en yeso era largo. Sus también largos brazos sostenían boca abajo una jarra y de ella brotaba agua infinitamente… hasta que se interrumpiera la electricidad, claro!
Y toda esa belleza, falsa y pequeña me tenía absorta. Entonces dije tu nombre, por alguna extraña razón, no me pidas que te explique. Lo dije muchas veces, como un conjuro. Llevaba muchas horas sin verte y me invadió la desesperación por tenerte cerca. Te llamé pero tu teléfono estaba apagado… no quise dejarte un mensaje. Me quede frente a la fuente con las manos inquietas; entonces contemplé la cara despejada de la joven representada y me enojé con su falta de empatía...
Tus manos, tus dedos tan extraños…
Recuerdo la brisa del malecón, tu mirada a lo lejos, la mía en ti. Eso es algo que tu no recuerdas, uno no puede recordar lo que le parece que no pasó.
Entonces esto es algo que no recordaras:
Un día, sentada en aquel apartamento con aquella hermosa vista al mar, estaba desayunando. Mis amigos, entre ellos el dueño, andaban por ahí. Frente a mí muchas cosas entre ellas una fuente de agua en miniatura en la que estaba fija. La fuente era la representación de una joven muy bella cuyo pelo moldeado en yeso era largo. Sus también largos brazos sostenían boca abajo una jarra y de ella brotaba agua infinitamente… hasta que se interrumpiera la electricidad, claro!
Y toda esa belleza, falsa y pequeña me tenía absorta. Entonces dije tu nombre, por alguna extraña razón, no me pidas que te explique. Lo dije muchas veces, como un conjuro. Llevaba muchas horas sin verte y me invadió la desesperación por tenerte cerca. Te llamé pero tu teléfono estaba apagado… no quise dejarte un mensaje. Me quede frente a la fuente con las manos inquietas; entonces contemplé la cara despejada de la joven representada y me enojé con su falta de empatía...
Arroje la pequeña fuente contra la pared y todos mis amigos me miraron. Nadie me preguntó nada. Los pedazos de la frustrada fuente de yeso pintado no se quedaron en el suelo. Los recogí. Mientras lloraba en mis adentros la eché a la basura. Junto con la esperanza de tenerte para mí.
3 comentarios:
una sola palabra: FUERTE!!!!!
cosas que pasan, momentos de la vida...
un abrazo Mau!
Asi es, como dice bb, cosas q pasan!!!pero deben pasar!
Publicar un comentario